Lo que no coloco en mi CV pero siempre cuento
El miércoles estoy de cumpleaños y las últimas semanas me la pasé pensando si celebrar los 26 años. Decidí que no porque 26, no es una cifra especial, suman 8 y a lo más te hace recordar el número que usaba el Chupete Suazo en el Colo. Además cada vez que celebré mi cumple algo malo pasaba. Me pateaban, me esguinzaba o me echaban tristemente de algún lugar.
Cuando cumplí 23 la celebración fue en La Piojera. Fue el 1 de abril del 2005 y nos había pasado todo el día en el Centro de estudiante (CESo) mirando la tele a la espera que Karol pasara a mejor vida. Aun recuerdo a furia de la Kathy pegando un cartel en la puerta donde se leía "NO, NO SE HA MUERTO" ante el desfile de personas entraban a la oficina a preguntar "¿se murió?".
Ese día, 18 de mis compañeros de universidad se aparecieron en La Piojera para conmemorar mi nacimiento. A mi siempre me pareció más decente recordar el desembarco de tropas Argentina en las islas Malvinas (no Falklands) que dio inicio a la guerra entre argentinos y británicos que cobró la vida de 649 militares trasandinos, 255 ingleses y 3 civiles isleños y que sucedió el mismo 2 de abril de 1982, pero la gente prefiere el cumpleaños, la pachanga, el copete y la dilapidación antes que el recogimiento y el "nunca más".
El lugar estaba lleno, nos adueñamos a la mala de mesas y sillas, desalojando lentamente a los clientes del local con nuestros gritos, risotadas y cantos jugosos. El punto alto de la noche fue la llegada del dueño de la voz de Garfield por ahí de mi tercer terremoto (las 20 hrs). Finalmente el jolgorio nos superó (quizás sea más verídico decir "el jolgorio me supero") y desencadenándose una serie de desafortunados incidente llevo a que tratase de pelearme con el garzón luego de este decidiera no vendernos más copete argumentando que "está puede ser La Piojera, pero hay que tener algo de clase para estár acá" (chan). Luego de dar un jugoso escándalo que involucró lanzamiento de monedas varias el cuestionado (y borracho garzón) nos retiramos del local con la promesa de no volver. La noche terminó en La Florida por ahí de las 5 AM tomando pisco sin bebida.
Conversando con unas amigas le encontré un sentido a los 26. Los 26 años es el momento en que se cruza la frontera de los 25, alejándote con nostalgia de los 20 y comenzando a mirar con desconfianza esa lejana década de los 30, que comienzan a acercarse peligrosamente. Por ello, que decidí celebrar el comienzo de mi camino hacia la adultez con un remake del cumpleaños más recordado (no el mejor) de mi vida. En virtud de lo anterior, convoco, tanto a los participes de la primera parte como a los que que conocí después, los que no fueron y a aquellos que no conozco, el día miércoles 2 de abril del 2008 desde las 18:30 hrs al bar La Piojera para la celebración de mi vigésimo abril.
La Piojera se encuentra ubicada en Aillavilú Nº 1030 frente al Mercado Central salida Puente, estación Calicanto del metro Linea 2 (si no llegan con esa indicación están muy mal).
Mi idea es estar ahí por lo menos desde esa hora y ese minuto hasta las 22hrs, de no mediar un desalojo por la fuerza, cosa que no creo que suceda, porque las segundas partes nunca son tan buenas como la primera (no voy a entrar en la discusión si Terminator II es mejor que la Terminator I).
Sólo me queda decirles que espero que lleguen porque por lo menos yo iré, me tomaré un terrómoto y me comeré una empanada de pino.
Los veo en 4 días.
PD. Para los que no me ven hace tiempo o no me conocen, seré el colorín de lentes que estará vestido con polera verde y jeans negros.