miércoles, agosto 19, 2009

Una chana para Machine



Cada cierto tiempo, me "lanzo" en búsqueda de mujeres de un deteminado tipo. Hace unas semanas, el 23 de julio a las 23:33 hrs., inicié a través de mi Facebook la campaña "Una chana para Machine". Anteriormente existieron las cruzadas "una rucia para Machine", "una pelolais para Machine" y "una mormona para Machine". Pronto vendrá "Una peruana para Machine".

Todas mis iniciativas pasaron sin pena ni gloria, pero la última provocó la reacción de algunas personas. Mi hermana me trató de ordinario y me dijo que me buscara una niña de familia; una amiga que era fácil de encontrar, que estabamos plagados de ellas; Sergio me dijo que la había cagado, que la próxima mina con la que apareciera, no importara qué, sería catalogada de chana; y el Floro me recomendó a una mina igualita a Mathiu.
Los que me conocen dirán que las minas de todo tipo me llaman la atencíon, pero las chanas lo hacen de manera particular. No por nada Karen Paola fue mi fetiche durante la universidad (si buscan imagenes de chana en paginas chilenas en google, KP es la quinta foto que aparece). Cuando caminando me cruzo con una mina con jeans ultraajustados, zapatillas blancas polera corta que permite ver su ombligo y con la chaqueta de cuello y/0 capucha peluda, suelo decir "así me gustan las minas... bien chanas". Es tal mi afición que mis compañeros de departamento suelen terminar la frase por mi.
Hoy, mientras me esforzaba buscando formas de reducir el rendimiento de sus impuestos, Alexis me mandó este link de Se siente rubio. La historia ya la había leído y me había, reído pero hoy recordé tres momentos.

El primero ocurrió en la universidad. Exitía un ramo llamado "teoría y práctica del voluntariado social" o algo así. Con Sergio intentamos tomarlo pensando que era paquete, pero sólo aguantamos una clase, por fome y porque había que trabajar mucho. En esa clase pudimos conocer a Benito Baranda quien nos habló de su experiencia en el voluntariado. Nos habló de su vida en La Pintana (o Pincoya) y de las charlas de sexualidad que daba a jovenes de colegios católicos. Ahí nos contó que una de esas charlas un loco se pusó a llorar. El motivo, el weon se chaneo unas minas en sus vacaciones. Le agarró el poto a su polola y la mina se escandalizó, la dejó en su casa pero como quedó caliente, convenció a unos amigos de que lo acompañaran a una disco de un balnerario más "popular", se levantaron unas minas, las llevaron a un motel y "hicieron cosas con ellas que no hacían con sus pololas" (todas las comillas con Baranda dixit).

El segundo momento -que cronológicamente es el tercero- ocurrió el año pasado. Conversando con mis compañeros de pega, comentaba el caso de un compañero de Sociología que en unas vacaciones "hizo mierda" (Machine dixit) el auto de otro compañero, agregando el juicio de valor que "es fácil reponer un auto que rompes si tu papá paga por él". Ahí el mayor de mis compañero de pega nos confesó que en cuando entró a la U, por ahí del 86, su papá le regaló un Escarabajo, el cual también hizo mierda. Hablando sobre su primer auto, nos comentó que en ese tiempo tenía la costumbre de ir hasta las discoteques de Gran Avenida a buscar minas ¿para qué? Sí, adivinó, para chanearselas. Cada cierto tiempo nos cuenta alguna historia de una "pololita" que tuvo, como aquella que un buen día le dijo que tenía el parabrizas "clizado" o de la suegra que lo invitaba a su casa diciendo "dentre pa' dentro". Obviamiente ninguna de esas "pololitas" dentró pa dentro de la casa de sus padres.

El tercer episodio que recordé ocurrió un par de años antes. Conversaba con unas amigas, más bien ellas comentaban sobre sus veranos y yo trataba de superar el sueño. Descubrieron que veraneaban cerca y que carreteaban en los mismo lugares. Hablaban de las discos, los minos hasta que una dijo: "es clásico el grupo de chanas, típica mina de liceo publico, que se arreglan bien cuando van a la disco a ver si tienen la suerte de agarrarse un cuico". De pronto se me vino la imagen de mi hermana recien egresada del liceo y me sentí ofendido.
"¡¿cómo?! ¿cómo fue eso?"
Las minas abrieron los ojos y se quedaron en silencio.
"¿Por qué son de liceo son chanas? Mi hermana estudió en liceo y fijate que no es chana y no va a las disco a buscarse cuicos culiaos que le salven la vida".
A lo anterior le siguió un momento Plan Z (ver vídeos 1 y 2).
"¡Noooo, pero no! No son como tu hermana, o sea, esas minas se les nota al tiro, de lejos... son de otro tipo".
Sólo les faltó decir "no son de ese liceo al que fue tu hermana, son de los otros liceos, de esos donde estudian maracas". La verdad es que esa vez, yo me sentí chaneado.

En las otras dos oportunidades también me sentí incomodo, encontré que el chaneo que hicieron esos weones era delesnable, chaquetero, cosificador, la racionalidad instrumental aplicada a la sexualidad. Las minas pueden haber conseguido placer de la incursión con estos locos, pero creo que eso no es ni discutible ni condenable. Lo feo es la actitud de los tipos, pues lo que es malo hacer con la niña de falda plizada, está bien hacerlo con la mina de jumper y peor es la igualación que hacen muchos de las minas pobres con las minas chanas.

Dira ud. señor lector que tengo tejado de vidrio para desear a una chana o andar buscándolas de manera socarrona, mas no lo siento así. A diferencia de los muchachos de las historias que recién conté, yo naci negro, al menos soy negro de adentro y fui chaneado símbólicamente. Las chanas son mis hermanas, mis primas... bueno, quizás si lo pongo así no suena muy bonito para mis parientes, pero ud. me entenderá... mejor digamos que son mis vecinas, mis compañeras de liceo, las hermanas de mis amigos de la infancia. Aunque yo y otros les colgamos tan feo apelativo, a partir de estas historias, yo las miro con respeto, con la reverencia que se mira a quien sufre discriminación pero vive feliz sin darse cuenta de ellos. Me acercó a ellas con temor, pues sé que para muchas no soy más que un levantado de raja ¡que irónico! Yo que las defendí y me siento mal cuando se burlan de ellas. Lo anterior no impide que continúe intentándolo pues, como dice la canción, "lo cortés no quita lo caliente".

Y ud amig@ lector ¿fue o ha chaneado?