jueves, enero 10, 2008

Por un gol o el fútbol y yo

Hace un buen tiempo venía pensando escribir sobre fútbol pues es lejos el tema que más ocupa mi agenda diaria. Estoy subscrito a varios blogs sobre el tema, converso de ello todos los días al almuerzo y realizo analogías futboleras en casi todas mis reuniones de trabajo (la llegada de Vidal me hace sentir menos solitario en mi estilo).
El problema radicaba en lo siguiente. Nunca juego fútbol. De hecho, nunca fui bueno jugando fútbol. Mis grandes hazañas en el deporte rey se limitan a ganar la Copa de Inglaterra con el Yoevil, un equipo de tercera división en el FIFA07 y creo que si voy a hablar algún deporte debo hacerlo desde lo vivencial para no caer en un triste relato sobre la filosofía de un juego... o quizás si.
Mi oficina le ha declarado la guerra (simbólica) a otro departamento de la "secretaría" la cual sólo puede terminar (dado que es simbólica) en una cancha de baby-fútbol. Cuándo me preguntaron si quería jugar, lo pensé dos veces, no juego baby hace mucho tiempo, desde la universidad y si no fuera porque hace unos pocos días jugué una "pichanga" en la calle con unos amigos lo que abrió mi apetito "jurgolero" y que si decía que no, no se podía armar un equipo, dije sí.
El "sí" ese me puso a recordar mis grandes momentos en el fútbol:
Mi participación en el campeonato de sociología como parte de Error Menstrual, el motivo por el cual entre a ese equipo (pegarle una plancha a la "altura de la medallita" a Guille Montt) y el fraudulento sorteo que llevó a que nuestro equipo y el de "ellos" quedaran en el mismo grupo. Además, recordé el tercer lugar en el campeonato de bachillerato junto a mis amigos del Tropikal team, aunque debo reconocer que nunca jugué y que la medalla me la dieron en agradeciemiento por ir a "hacerles el aguante" todos los partidos y porque habían 8 y los chiquillos eran solo 7.
De ahí me fui más atrás, al liceo y como me pasé tres meses jugando casi todos los días y tratando de hacer un gol a pesar del empeño de mi compañero Quique que siempre se los pasaba a todos y me dejaba solo, pero de todas maneras me perdía el gol. Hasta que anoté uno y no pude para de hacerlos, al menos por un par de semanas.
Hasta que en mi memoria llegué a mi más tierna infancia, a mi educación básica. Cuando estaba en quinto básico dejo de hacernos clases de educación física nuestra profesora jefa y nos comenzó a hacer un profesor de la especialidad, el Profe Horta. Hacia el final de su primera clase, nos dijo "formen dos equipos porque van a jugar fútbol".
Los grupos se formaron por afinidad y para cuando terminó la clase y el partido, el resultado era una abultada derrota de mi equipo. misma situación, mismos equipos, mismo resultado. El resultado fue el mismo todos las clases de educación física de cuarto, quinto y sexto año básico. Tres años de larga agonía de derrotas, amplias y otras estrechas, algunas hasta con polémicas, las que por lo general se resolvieron a combos en el parque que se ubicaba frente al colegio. De vez en cuando se producía una tregua entre nosotros. Los del otro curso nos desafiaban y formábamos un combinado de los dos equipo, con clara predominancia del equipo que ganaba siempre, pero los apoyábamos, eran nuestra selección.
La razón de tanto infortunio futbolístico resultaron ser los integrantes de los grupos. Es que el pasar del tiempo mostró que ya en quinto año operaba la selección natural. Los del otro equipo resultaron ser los winners, de carácter fuerte y que se movían a las minas con y sin botella. El otro, el mio, el de los ñoños, tímidos y a los que nunca invitaron a jugar a la botella y poco éxito tenían sin ella.
El status quo se mantuvo hasta principios del séptimo año cuando, una mañana de marzo, logramos mantener el 0 en nuestra portería hasta el final del partido, lo que sumado al golazo de volea con zurda del "gato" Rodríguez" tras fenomenal pase de 15 metros del "guatón" Moya, nos permitió romper la historia y me entregó la más grande alegría de mi vida dentro de un rectángulo de pasto y tierra.
La historia cambio desde ese día. Comenzamos a alternar victorias con derrotas (la ley de "ultimo gol gana" evitaba empates) y a negociar el traspaso de jugadores luego de cada partido que jugábamos los viernes después de clases, lo que llevó a que los viejos equipos terminaran sólo como un recuerdo lejano. Yo abandoné mi puesto en el mediocampo de contención para jugar en el centro de la defensa, teniendo como lema "de aquí no pasa ni el jugador ni la pelota". De hecho hasta la relación entre nosotros cambio, nos molestábamos menos, compartíamos más y a las fiestas nos invitaban a todos.
Es que aquel día, en el cuasi potrero que osaban llamaban "Complejo deportivo colegio Santa María", ganamos algo más que un partido, ganamos respeto, que en definitiva es lo que yace detrás del fútbol.

BONUS TRACK... AQUI

20 comentarios:

Alexis Cortés dijo...

Buena historia Machine, pasado parecido tuvimos en lo futbolístico. En mi semblanza de 4º medio mis cros (la mayoría sólo de 3º y 4º) pusieron en el ítem "lo que nunca se vio": 'al cortés haciendo un gol en educación física', pero lo que ellos no sabían es que por ahí por 8º básico en el nacional jugábamos el campeonato del curso en educación física (era un 7 pal campeón y así iba bajando)y un compañero se había vuelto un gato y lo atajaba todo; en ese partido atacamos todo el rato, yo no, porque era malo y jugaba de defensa, hasta que tras sucesivas pérdida de oportunidades del delantero estrella del equipo y del curso y de monumentales atajadas de este gato, llegó la pelota botando hacia mi le pegué con borde interno y la clave, en cámara lenta, en el ángulo del arco, lo que significó que todos mis compañeros (los otros equipo) entraron a la cancha, me tomaron en andas y me dieron la vuelta olímpica y el gol se comentó durante 2 días en el curso (mucho), probablemente nadie más se acuerda, pero yo lo recuerdo siempre :)

Lolo dijo...

a mi me gustaba el futbol, cuando chico, pero como soy paticorto y patiplano siempre fui malo, nadie me enseño nunca a jugar, por eso ahora odio el futbol y a los futboleros

Pero los campeonatos de Bachi eran notables, todavia me acuerdo de aquel memorable gol de cabeza que fue como con furia y en camara lenta

LA FURIA dijo...

Yo estoy en la vereda opuesta. Mi día de gloria fue una final de colegio que ganamos 3-1 con 2 goles míos o un 6-5 en la U contra Ingeniería donde marqué 5 (babyfútbol). Yo era el que desbordaba para que tipos como tú fallaran abajo el arco. Yo puteaba a tipos como tú.

Anónimo dijo...

Vaya... yo no soy asidua al futbol ni entiendo mucho, pero cuando Chile juega partidos importantes siempre lo sigo.

Ese pelotazo del tipo de rojo, la primera foto, fue notable. Su cara se parecia a la de Martín algo, ese bexeador chileno...

Futbol, pasion de multitudes... y de hombres (aunque de mujeres tb, no debo negarlo, si ya se viene el mundial sub 17...)

Alegría dijo...

Así, con el fútbol... seguí siendo un loser. Nunca me gustó el futbol, y una sola vez lloré con un partido de chile vs brasil... pobres cabros... luego de eso me fui a una disco a pasar la pena.
El único deporte que me ha hecho vibrar y gritar algo así como "GO GO GO" fue el rugby... pero eso es de primermundistas, así que nunca más.
Ale.-

Unknown dijo...

bueno, lo lindo del futbol es que no es necesario ser un crack para disfrutarlo...
pese a que siempre fui pelotero, tampoco son muchos los recuerdos triunfantes que tengo en mi memoria (no tengo animo para contarle a la blogosfera el palmares de sendero luminoso, club en el que milito hace 6 años).
Lo bueno es que todos tenemos por lo menos algo que recordar como positivo. En mi caso: Se puede terminar un taller de practica sin usar el brazo derecho, y sí, salí una vez campeon con el indio en el pecho (aunque haya sido en una población, y jugando por un equipo que se llamaba "los drogos").

saludos

Alexis Cortés dijo...

Raul, no le bajes el perfil a tu campeonato en esa población, debes contar no sólo que uds vestían la camiseta del colo, sino que además sus rivales vestían la de la U, y que fue en medio de un ambiente de clásico real aunque a menor escala.

Unknown dijo...

bueno, en efecto, cada equipo tenia sus barras respectivas portando banderas y lienzos del club de sus amores, y estuvieron cantando durante el partido los mismos canticos que usan las barras de ambos equipos. Salvo el momento en que casi se va todo al carajo precisamente por este ambiente (temí lo peor, pero al final todo terminó más civilizadamente que muchos superclasicos reales), todo fue muy entretenido.

Un detalle que no dejaré escapar: Convoco innediatemente al dueño de este blog para que comente si efectivamente logró ponerle una buena chuleta al bueno de guille montt.
Desgraciadamente, que no comentes nada sobre ello, me hace presumir que el objetivo no fue logrado.

Espero respuesta

MCHN dijo...

desgraciadamente no pude complir mi objetivo. Una prueba de Políticas Públicas con quien hoy es la subsecretaria de desarrollo regional me lo impidió... una lastima, no creo que tenga otra oportunidad...

Creo que el clásico que jugaste raúl fue más real que los de primera, dado que la pasión se desbordaba gracias a la ausencia de fuerza policial.

gran historia esa.

Pelao dijo...

Lejos es la mejor entrada que te he leido, lejos, desprovista de toda ironía innecesaria y de apariencias arribistas, etc...

te felicito...

desde hoy miraré con mayor respeto tu blog..

además q hablas de fútbol...

y otra cosa, eres uno de los pocos malos pa la pelota q conozco q adoran con tanta devoción el fútbol y no se dedican a decir "cabeza de balón", te admiro por eso y te respeto aún más; y es verdad, una de las cosas más preciosas q entrega el fútbol es el respeto merecido, la alegría gratuita y el olvidarse de todo mientras juegas...

Oye, guille tb jugaba bien el futbol? llegó a ese nivel su perfección? era su propia porrista?


tamos en contacto.

Anónimo dijo...

Wena machine! agradezco que no hayas hecho referencia al futbol femenino.....en especial a "las grandes hermanas" o "que más querís por luca"...por la única partida e humillante derrota 14-0 con matemáticas.....

Anónimo dijo...

Wena machine! agradezco que no hayas hecho referencia al futbol femenino.....en especial a "las grandes hermanas" o "que más querís por luca"...por la única partida e humillante derrota 14-0 con matemáticas.....

The Uninvited Guest dijo...

Sí... mejor no hablar... de ciertas cosas.

Alejandra dijo...

Nada, para el que le guste jugar a la pelota debe ser lo mejor, no importa la cancha ni el premio ni nada. No voy a decir que lo importante es jugar porque ganar igual importa. Lo que importa es tener ánimo para las derrotas.
Saludos

Anónimo dijo...

Yaaaaaaaa.............

Anónimo dijo...

param pam!

Activa dijo...

visita: www.elcarrilparaserputa.blogspot.com

The Uninvited Guest dijo...

Chuta... ahora tu blog cuenta con auspiciadores oficiales?

Pelao dijo...

Puta cotto wn... escribiste sobre fútbol y te apareció una "bataclana" altiro, si pasa hasta en los blogs...

Si estas locas "alorosan" el dinero compadre, mejor cuidese, búsquese una buena mujer....

y no esa erótica, calentona, caliente, enloquecedora, y cara mujer q aparece publicitándose.

ya chao.

Unknown dijo...

Cottito, había entrado varias veces a tu blog pero no me había animado a escribir.... la verdad es ke no me gusta nada el futbol, a menos ke esté jugando de arquera, ahí me anima... pero verlo noooo....
Oiga amigo, lo kiero muxo... disculpe ke me desaparezca tanto... tu sabes ke igual te recuerdo N.

Besos
Katha