miércoles, abril 23, 2008

Mi primera vez (y la segunda también)

Después de mucho meditarlo me atrevo a publicar. Es que mi blog está bajo seria amenaza por parte de una de sus lectoras. “Machine, estai muy fome. Te daré una oportunidad más, si no escribí alguna wea que me haga reir, no te leo mas” y no es que yo sea una persona particularmente religiosa, ni siquiera en el sentido latinoamericano, pero siempre le he temido a María y esas palabras me sonaron casi a sentencia de muerte. Decidí arriesgarme y escribir, pues al final creo que lo de María es un pataleo porque aun no escribo sobre ella… quizás no debería querer que cuente sus aventuras. Bueno, aquí les va otra historia sobre carretes en locales nuevos.


2. Club social: Por ahí del 2003 fui a un local que llevaba dos semanas funcionando por lo que pocos sabían de él. Por aquella época había pocos los lugares para carretear en Rancagua (aunque nunca parecen ser suficientes) por lo que decidimos aperrar pues las otras opciones estaban lejos o estaba fuera del alcance de nuestro presupuesto.

En la entrada nos recibieron dos tipos, uno gordo, viejo pelado y otro flaco, alto, de pelo largo y más joven que el viejo (obvio). La entrada de luca y media no nos dolió tanto como nos dolió ver lo pequeño de la cerveza que nos entregaron bajo el pseudónimo de cover. El local era una gran casa colonial de tres ambientes, con una mesa de pool, de taca-taca y una de piedra donde se podía jugar ajedrez.


Además de los dueños, sólo habían dos tipos más, uno de ellos muy raro, que afirmaba haber estudiado psicología y astrología en la capital, títulos que, reclamaba muy molesto, el ministerio de Educación no le reconoció. Más tarde nos analizó sólo guiado por las facciones de nuestros rostros. A ese lo bautizamos como el Místico.


Conversando con el dueño, nos enteramos del concepto detrás del negocio. Tal como su nombre lo indicaba, la idea era generar un club al cual quienes asistieran pudieran asociarse, obteniendo descuentos en el boliche, pero por sobre todo, pudieran unirse a una red que les daría acceso a todo tipo de recursos, formando algo así como los Medici Rancagua style pero mejor. Por un nanosegundo, sentí que estaba asistiendo a la fundación de algo como el Club de la Unión y que me pasaba de weon si no me hacía socio, sin embargo el viejo se veía chanta y parecía que el flaco de pelo largo se lo comía. Hicimos caso omiso a la invitación y nos fuimos del local, lamentando lo mal invertido que fue nuestro dinero y jurando no volver.


Pasaron los años y por el antojo de una amiga volvimos y las diferencias se notaron de entrada. Nadie nos recibió y ya no había que pagar. La decoración había cambiado bastante: el local era absolutamente negro, ya casi no quedaban muebles para ocupar, la gente tomaba de pie o simplemente en el suelo. En el interior lejos de encontrarnos con arquitectos, abogados e ingenieros nos topamos con una mezcla de metals y punks. Había un neonazi, pero era más tranquilo de Lassie amarrado, por lo cual los punkies los habían transformado en su MPG (material pal gueeo). En resumen, era lejos el peor lugar al que había entrado, pero para mis amigos de turno era el paraíso y si le sumamos que veíamos entonados desde otro local, una chela a bajo precio era suficiente motivo para quedarse. Yo omití el copete, quería irme lo más rápido posible y estar sobrio, me ayudaría.


En vista que iba a estar un rato ahí, decidí comenzar a explorar el lugar, Además de la nave central, existían una pieza oscura y un pasillo más oscuro. Entré a la pieza con las manos adelante tratando de no caerme, llegue hasta lo que creo que era la mitad. Sólo alcancé a descifrar el olor a pichi que emanaba del piso cuando de pronto entró una pareja que apasionadamente practicaba lo que en estos días se conoce como “sobajeo”, así que por respeto a ellos me fui, topándome en la salida con otra pareja que entraba a la habitación en actitud similar a la anterior.


No quise aventurarme por el pasillo y lo último que exploré fue el año del local. Saliendo de del sanitario me topé con un muchachito que con muy angustiado me preguntó:

- ¿Dónde está el baño”

- Aca. Es esta puerta.

- No, donde está el baño.

- Puta, este, el que está acá.

- Es que no entiendes

- Flaco, baño, acá, fuerte olor a pichi y caca, síguelo.

- ¡Es que no entiendes!… soy mujer.

- ¡Ah! Está al final del pasillo (mentira, lo mandé pa allá pa ver si volvía de ahí o no).


Volví con mis amigos quienes se habían encontrado con un tipo al que conocían de su población, habían sido vecinos desde niños, pero se había ido de su casa hacía un tiempo. Ellos lo conocían como “Poroto” pero ahí le decían Chiste, por “Chiste fome”. El muchacho trabajaba en el local a cambio de poder dormir ahí, ciertamente el weon salía pa atrás en ese intercambio. Al decidí invertir en un colectivo e irme no sin antes jurar no volver a ese lugar.


Con el tiempo, el local cerró. Al dueño gordo y viejo cada cierto tiempo se lo veía repartiendo volantes de nuevos negocios que emprendía: locales de carrete, de colación hasta uno de esos “Todo a mil”. El de pelo largo y alto se compró un Café con piernas, que en Rancagua son mezcla de topless, boîte y prostíbulo. Una vez entré a su local y una de las niñas me mostró una foto que tenía en su celular del tipo con un vestido rojo. Quizás el gordito no se lo comían después de todo.

Al Místico me lo seguí topando por todos lados, incluso en Santiago, llegué a pensar que me perseguía o que era un alma en pena buscando mi ayuda. Finalmente se convirtió en un habitué del centro de Rancagua, siempre se ve leyendo el tarot en el paseo Independencia mientras el Chiste fome fue asesinado en la Alameda sin aun encontrarse a su victimario.

En suma, el Club Social es la encarnación de la ley de Murphy “todo lo que puede salir mal, saldrá peor” y en términos sociológicos puedo decir que falló el acoplamiento estructural. Simplemente fue una obra bien intensionada, pero como bien dice don Carlos Larraín el infierno está empedrado con buenas intensiones.

13 comentarios:

Lolo dijo...

Bueno, no puedo imaginar algo que no sea fome para una persona que vive la vida loca en Italia.... no te urjai, siempre ha ido parejito el blog, y tienes una buena base de tweens fanáticos e ignorantes

Anónimo dijo...

Como que vida loca?? saleeeee De todas maneras!!! con esta me reì más que las últimas dos anteriores!!! Bien Machine!!! estás volviendo al ritmo inicial!
Saludos!
Maria :)

Jaime Ceresa® dijo...

La escena del baño la encontre notable...jajja..fuerte olor a pichi y a caca..síguelo..ajajajj, la wea mal atendida.-

Cuidate

Unknown dijo...

jajajajaja ta bueeeeeeno.
Hay que asumir las cosas buenas y no se humilde (ni tratar)

Sofia dijo...

La cagoooo! Qué espanto de local!!! debo reconocer que los pocos locales que conozco de Rancagua... me dan la sensación de virarme de una!! La verdad es que yo me entretengo bastante con tus historias... la anterior estaba muy buena! todavía me cuesta entender que tengas una cierta fijación por carretear en esos locales! Yo no podría.... Notable la historia del tipo que te impactó con su gesto técnico... (como bien decías... el insulto hecho carne)... de sólo imaginarmelo!!! qué brígido!!

Anónimo dijo...

Me encanta tu descripción. También me siento así, cuando empiezo a cuestionar las cosas y buscarle sentido a todo, entonces mis amigos me dicen que estoy mal de la cabeza. Entonces ahí, comienzo con el humor absurdo y termino sola. No es algo muy alentador, pero hasta ahora me ha servido. Enhorabuena te visito (te vi por serefranco)

Alejandra dijo...

Pucha que lata cuando hay que pagar por entrar y más encima lo que sirven es poco.
Raro el episodio del baño, es mirado a huevo pero un local sin baño decente baja todos los bonos.
Está como para recomendar el Club Social... a tu enemigo...
Saludos

Javier dijo...

Oye, los locales a los que vas parecen llenos extras de la película "after hours", ¿has pensado en tomar una bitácora (no este blog) y vender los personajes?

Lolo dijo...

Este blog la pisa, en verdad

Alegría dijo...

Buena historia, triste final.
Hace tiempo que no pasaba por acá a echar la talla, hace tiempo que no nos vemos, y me acordé de tí hoy.. supongo que estarás con tu pierna y eso me tranquiliza bastante te diré... por lo menos ahora ya no pienso "pobre oscar..." jajajaja [borra este comentario si quieres... me da igual].
Ese antro que describes era peor que el ENTRELATAS, pero el entrelatas parece ser más jarcooor... yo aún creo que del día de mi cumpleaños [aquella noche mejor dicho] sacamos harto material para un post... pero no lo haré, porque no puedo arriesgar mi prestigio y status ahora que soy una CHICA UDP, cachái? jajajajaja
Cha-li-na

Ale.- [la pendeja desaparecida]

Alegría dijo...

PD: y no puedo arriesgar tu prestigio tb, ya que eres funcionario de gobierno... no creo que sea muy bueno enterar a la gente acerca de que algunos funcionarios públicos andan quebrando vasos por la calle en estado de ebriedad y posteriormente andar cantando himnos de clubes deportivos agitando un polerón en la mano derecha... no no no... no creo.-

Tenebras_ dijo...

oh la wea fuerte wn, nunca ví venir el terrible asesinato de Chiste. Bueno he conocido locales malos, la mayoría diría yo, debe ser una experiencia salir a webear contigo Oscar. Sin miedo a echarme nadie encima debo decir que el peor local de Temuco debe ser "El Fozo", creo que el nombre da una muy buena impresión del sucucho.
Saludos.

Lolo dijo...

Loco como blogger vales callampa, ahora que andai enamorao no actualizai nunca y tienes a tus lectores botados. Sinceramente creo que la falta de ideas y creatividad te azota, así que métete luego en el mundo de las drogas o la vida intracarcelaria para que tengas algo que contar.

Cariños!